Segunda parte: la intervención
En el segundo apartado se hace hincapié en la intervención en sí misma, analizando las posibles formas que ésta puede tomar según las distintas necesidades.
Intervenir sobre una obra de valor patrimonial constituye una oportunidad y un desafío para asumir las diferencias entre la obra nueva y lo construido, buscando una armonía entre ambas.
Se entiende al inmueble a intervenir no de un modo aislado sino conformando una unidad con su contexto urbano y su desarrollo temporal, incluyendo los vestigios arqueológicos o restos paleontológicos que pudieran hallarse y su proyección hacia el futuro.