Problemáticas por saneamiento básico insatisfecho

Salud Ambiental

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Agua segura, gestión inadecuada de residuos, plagas urbanas:

Con una mirada desde la Salud Ambiental, hacemos una discriminación entre “agua segura” y “agua potable”, que nos permite comprender la complejidad del problema.

De acuerdo con el Código Alimentario Nacional, el agua potable es aquélla que "es apta para la alimentación y uso doméstico: no deberá contener sustancias o cuerpos extraños de origen biológico, orgánico, inorgánico o radiactivo en tenores tales que la hagan peligrosa para la salud. Deberá presentar sabor agradable y ser prácticamente incolora, inodora, límpida y transparente”.

Por agua segura se entiende aquélla que conserva sus condiciones técnicas de potable desde que sale a la distribución hasta que está disponible para ser consumida. Las condiciones técnicas de agua segura para uso humano dependen de variables tales como la presión, la continuidad del servicio, la calidad del agua, el adecuado acopio y el tipo de conexión. 

En villas, asentamientos y otros barrios carenciados de la Ciudad de Buenos Aires, el agua provista puede ser potable al provenir directamente de una conexión de red pública, pero no reunir otras condiciones que garanticen la calidad en forma continua, por lo cual el abastecimiento no es seguro. Por ejemplo, puede haber un caudal de agua que fluctúa a través del sistema de cañerías, que hace que la presión del agua a lo largo del tiempo sea variable. Una disminución de la presión de cañerías no son impermeables y sobre todo si se encuentran cerca de tierras contaminadas con aguas de desechos. El mantenimiento de la presión constante evita el ingreso de contaminantes a las cañerías, aunque estén pinchadas. Asimismo, el acopio puede no reunir las condiciones de higiene, si no se mantiene la limpieza de los tanques o los recipientes contenedores que se encuentran sin tapa.

 

Enfermedades asociadas

Las enfermedades asociadas al agua son muy variadas, desde las diarreas hasta el dengue, en ambos eventos el agua es el modo de transmisión que puede dar lugar al crecimiento de bacterias o virus o al ciclo vital de un mosquito.

En relación a las diarreas, son la segunda causa mayor de muerte en niños menores de cinco años a nivel mundial. Se trata de enfermedades prevenibles y tratables, sin embargo producen la muerte a 525.000 niños menores de cinco años cada año y son una de las principales causas de desnutrición. En todo el mundo se registran unos 1.700 millones de casos de enfermedades diarreicas infantiles cada año

Las enfermedades transmitidas por vectores, como los mosquitos, se originan en el agua debido a que el vector se cría y completa parte de su ciclo vital en este medio. Dentro del grupo de Enfermedades Transmitidas por Mosquitos (ETM),  encontramos el dengue, el zika, el chikungunya y la fiebre amarilla, cuyo principal vector pertenece a los géneros del mosquito Aedes. En todo el mundo se registran cada año más de 1.000 millones de casos y más de 1 millón de defunciones como consecuencia de estas enfermedades. Las mismas representan más del 17% de todas las enfermedades infecciosas.

 

En la Ciudad de Buenos Aires, otras enfermedades asociadas ligadas al agua son:

  • Intoxicación por plomo: ya que este metal puede presentarse en cañerías antiguas e incorporarse al flujo de agua. 
  • Leptospirosis: por presencia de heces y orina de roedores en el agua.

 

Cómo hacerla segura

Si sabemos o sospechamos que la calidad del agua puede estar alterada, debemos tomar medidas para convertirla en segura para su uso, haciendo su desinfección. La desinfección es el proceso mediante el cual se destruyen los microorganismos patógenos que pueden estar presentes en el agua. Existen dos métodos aplicables y más conocidos: ebullición y cloración del agua.

Ebullición: el procedimiento consiste en colocar en una olla el agua y llevarla a ebullición de 1 a 3 minutos, ni más ni menos (erróneamente se supone que si aumentamos el tiempo de ebullición es mayor la desinfección, pero en realidad pueden concentrarse algunas sustancias perjudiciales para la salud.

Cloración: se trata del agregado de hipoclorito de sodio (lavandina), desinfectante capaz de destruir gérmenes perjudiciales para la salud. Para ello se agregan 2 gotas de lavandina por cada litro de agua, se agita el agua y se espera 60 minutos antes de consumirla.

 

 

 

La problemática de los residuos domiciliarios puede ser abordada desde el campo de la salud ambiental y adquiere diferentes dimensiones, según las particularidades del contexto a nivel local.

Las actividades del hombre siempre han generado subproductos no deseados, pero a partir de la era industrial y de una manera exponencialmente acelerada en los últimos decenios, los residuos se producen diariamente en una cantidad tal, que no puede ser reabsorbida por la naturaleza. Los patrones de consumo indiscriminado y excesivo, junto con el aumento del empaque ligado a técnicas de mercadeo, resultan los elementos decisivos que contribuyen al crecimiento de la generación de residuos. Asimismo, el aumento de la población, sobre todo en las zonas urbanas, determina la mayor producción de residuos sólidos.


Los residuos y su relación con la salud

Los residuos sólidos pueden contribuir a la determinación de enfermedades de manera directa (al manipular residuos) e indirecta. Los principales problemas asociados a los residuos, con consecuencias en la salud, podrían sintetizarse en:

• La presencia de plagas urbanas: la acumulación de basura crea ambientes favorables para su reproducción, en especial los roedores, que transmiten distintas enfermedades.

• La basura favorece la acumulación de agua que a su vez facilita la reproducción de vectores.

• En la práctica de quema de residuos domiciliarios y/o la quema de cables (para la extracción de cobre) las personas corren mayor riesgo de padecer enfermedades respiratorias crónicas, cáncer (dioxinas y furanos probados cancerígenos que se producen con la quema de residuos), trastornos del neurodesarrollo (plomo y vapores de mercurio) entre otros. 

• La contaminación de los suelos por lixiviados que entran en contacto con alimentos y agua puede provocar intoxicaciones al ser ingeridos.  

• Heridas, cortes y pinchaduras e infecciones locales o generalizadas se producen por manipulación inadecuada de residuos punzantes o cortantes.

• Infecciones cutáneas y de la sangre, con frecuencia se deben al contacto directo con los desechos a partir de heridas infectadas.

• Contaminación visual y olfativa: la situación de vivir rodeadxs de basura no solo daña la salud física sino también la salud mental. Los malos olores y el desorden pueden generar ansiedad o depresión

 

Educación para la salud en la gestión de residuos

Como parte de la intervención en la temática es de suma importancia el desarrollo de acciones sostenidas de sensibilización, que favorezcan la adecuada gestión de los residuos. Resulta imprescindible trabajar en pos de promover la implementación de acciones que favorezcan la disminución de la producción de residuos domiciliarios. Algunas recomendaciones son:

  • Separar los materiales orgánicos e inorgánicos en bolsas diferentes (plásticos, metales, vidrios, papel, cartón) para su posterior reciclado.
  • Transformar los materiales orgánicos en compost .
  • Evitar los productos que tengan envases desechables y optar por aquéllos que tengan envase reciclable o biodegradable.
  • Elegir los productos que tengan menos embalaje.
  • No tirar en la calle o espacios verdes: envases, cigarrillos, papeles, que ensucian el entorno.
  • Emplear recipientes para la basura preferentemente impermeables y resistentes, fáciles de limpiar, llenar y vaciar, de tamaño y peso adecuado para su vaciado y con tapa.
  • Las basura almacenadas en tachos o bolsas plásticas deben ser sacadas fuera de la vivienda sólo el día y hora en que pase el camión recolector.

 

 

Las plagas urbanas son propias de las ciudades, porque se han adaptado a vivir en ellas.

Roedores

Los roedores son una de las principales plagas urbanas. Existen 3 especies de roedores en CABA con distintos hábitats y nidos. Consumen granos, carne, frutos, semillas y carroña. Las 3 especies aprovechan recursos y condiciones favorables como basurales, conexiones de agua precarias, ausencia de predadores naturales que puedan controlar la densidad poblacional de roedores, etc. 

Enfermedades que nos pueden transmitir (zoonosis)

Entre las principales zoonosis que nos pueden transmitir los roedores están:

  • Leptospirosis, por contacto de agua, tierra húmeda o vegetación contaminada con orina de animales infectados.
  • Fiebre por mordedura de rata.
  • Fiebre recurrente transmitidas por garrapatas.
  • Peste por picadura de pulgas.

 

¿Cómo controlamos los roedores?

Un control integral de roedores incluye:

  • Educación para la salud, a fin de conocer cómo se comportan, de qué se alimentan, dónde construyen sus nidos, etc.

 

  • Ordenamiento ambiental, para eliminar las fuentes de agua, comida y refugio, necesarias para su reproducción.

 

  • Control directo de los roedores, en caso de ser necesario.

 

Teniendo en cuenta que su estrategia de supervivencia se basa mucho más en una elevada tasa de reproducción que en el cuidado de su descendencia, nuestra estrategia para controlar su población debe pasar más por disminuir su capacidad de reproducción que por su eliminación. Y disminuimos su capacidad de reproducción si identificamos y eliminamos sus fuentes de agua, alimento y refugio.

Por otra parte, debemos tener presente que es imposible erradicar a los roedores (y plagas urbanas en general) porque forman parte de la fauna de las ciudades. Lo que sí podemos hacer entonces es controlarlas para que no afecten nuestra calidad de vida.

Medidas tendientes a disminuir el número de roedores

En nuestras viviendas

  • Uso de barreras mecánicas para prevenir la entrada de los roedores.  Identificar por dónde ingresan y tapar esos lugares.
  • Se recomienda el uso de tachos con tapa y bolsa en su interior
  • Se recomienda no almacenar materiales de acopio (cartón, diarios, botellas, etc.) y evitar la acumulación de materiales en desuso, como cocinas, calefones, heladera y autos abandonados.
  • Tapar rejillas, cloacas o cualquier abertura que tenga comunicación con las redes de agua.
  • Almacenamiento de los alimentos en frascos/envases de plástico con tapa.
  • Limpiar los restos de comida de la mesa, barrer el piso y no dejar platos u ollas con comida en la mesa o cocina.
  • Levantar las deposiciones fecales de las mascotas, (¡aunque cueste creerlo!) sirven de alimento para los roedores.

A nivel comunitario

  • Mantenimiento adecuado de los espacios verdes urbanos: limpieza y desmalezamiento de cualquier superficie vegetal (parque, plazas, terrenos baldíos, etc.).
  • Eliminación de microbasurales: si los residuos provenientes de las viviendas conforman microbasurales, permiten satisfacer las necesidades alimentarias de una gran cantidad de roedores.
  • Es importante que no se produzcan acumulaciones de agua (de precipitaciones, aguas servidas, caños rotos, inundaciones).