Problemas ambientales urbanos

Riesgos para la salud y acciones preventivas

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En las ciudades, la mayoría de los problemas de salud de la población, son prevenibles, y es reconocido que en el panorama actual las condiciones de vida (que son el entorno cotidiano de las personas, donde viven, actúan y trabajan) repercuten directamente sobre los procesos de salud- enfermedad-atención de las personas, a nivel individual y colectivo. 

Como equipo de Salud Ambiental -que depende de la Dirección General de Salud Comunitaria del Ministerio de Salud del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires- privilegiamos el trabajo con los grupos de población que presentan los indicadores socio-sanitarios más deficitarios, que expresan la vulneración de sus derechos.

Si bien es cierto que algunos problemas ambientales involucran a la mayor parte del tejido de la Ciudad (la  contaminación sonora, la polución del aire por el parque automotor, la intoxicación con monóxido de carbono, la contaminación de los cursos de agua como el Riachuelo y el Río de la Plata), a lo cual se añade la insuficiente  provisión de agua segura, la inadecuada disposición de excretas, la radicación de barrios en zonas anegables, la presencia de contaminantes en el suelo, la presencia de plagas (conjunto de organismos, pertenecientes a la misma especie, que afectan en forma negativa la calidad de vida de las personas), la intoxicación con metales pesados como plomo, mercurio, la inadecuada gestión de los residuos sólidos urbanos y la vivienda deficitarias (construcciones precarias, ausencia de protección en ventanas, escaleras, balcones y terrazas), entre otras, concentradas en determinadas áreas particulares de la Ciudad. La necesidad del trabajo en esas áreas, a través de los efectores de salud y en forma intersectorial, marca la agenda de la salud ambiental urbana hoy. 


Para evitar el riesgo, desde Salud Ambiental, realizamos acciones de prevención de la enfermedad, educación y promoción de la salud con familias y comunidades:

 

Generar información para la gestión, requiere conocer tanto las fuentes contaminantes como los efectos de esas exposiciones (múltiples y simultáneas)  a nivel individual y comunitario. Para ello se construyen herramientas de relevamiento de datos y se sistematizan los datos provenientes de la Historia de Salud Integral. Por lo que hemos desarrollado, diferentes instrumentos de recolección de datos: la Guía de Relevamiento de Salud Ambiental (GReSAm), la Planilla Domiciliaria, la Hoja Pediátrica de Pesquisa de Salud Ambiental (HoPed) y la Encuesta de Autopercepción de Salud (EASUS) para poblaciones relocalizadas.

Estos instrumentos se administran de manera intencional (no sistemática y generalizada) y a propósito de necesidades específicas de información y están disponibles para ser utilizadas por los equipos de salud. Por otra parte, a partir de la problemática de la Cuenca Matanza Riachuelo (CMR), desde el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación en la “Causa Mendoza” de 2008, nos articulamos con la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) para relevar  diferentes dimensiones de la salud de la población del área.

Así es que hemos realizado conjuntamente distintos relevamientos sobre las condiciones ambientales y de salud de personas y familias que viven en villas y asentamientos (Estudio nutricional, desarrollo psicomotriz y análisis toxicológico -ENUDPAT-; Evaluación Integral de Salud en Áreas de Riesgo -EISAR-; Evaluaciones Integrales de Salud Ambiental en Áreas de Riesgo -EISAAR-).