Economía de las canas: un cambio que llega para quedarse
Víctor Sarasqueta, profesor voluntario a sus 70 años en la plataforma porteña Saber Mayor, donde coordina el taller “¿Cómo convertir un sueño en negocio?”, analiza las oportunidades económicas que trae aparejado el envejecimiento de la población.
La longevidad es un logro, así debemos percibirla, como un aspecto positivo. La madurez es la plenitud de la vida. Tener un envejecimiento digno es un derecho y, a la vez, una oportunidad para la sociedad.
La economía de las canas es parte de una economía global y también un movimiento social atento a las necesidades de la población mayor de 65 años. Desde la economía de las canas se analizan patrones de consumo de este segmento de la sociedad, creando nichos de mercado específicos.
La revalorización de las personas mayores como protagonistas que agregan valor social, económico y político, abre también la posibilidad de generar nuevos bienes, servicios y, por ende, puestos de trabajo. y político, abre también la posibilidad de generar nuevos bienes, servicios y, por ende, puestos de trabajo.
Las tres etapas tradicionales de la vida pasaron a ser cinco: niñez, juventud, madurez, sénior y gran sénior
En la Argentina, donde hoy viven 6 millones de personas mayores de 60 años, la esperanza de vida promedio aumentó 27 años en un siglo. Y se prevé que se duplicará en dos décadas la cantidad actual de personas mayores de 80 años.
Frente al envejecimiento de la población, surgen necesidades de innovación y creatividad y, así, nace la economía de las canas. Las tres etapas tradicionales de la vida pasaron a ser cinco: niñez, juventud, madurez, sénior y gran sénior.
Existe un alto porcentaje de personas mayores con conocimientos, habilidades y ganas de aportar su experiencia en pos de generar valor en una organización y, además, 20 con espíritu de consumo, pues gozan de buena salud, energía, independencia y ganas de disfrutar. Según un estudio del Centro de Envejecimiento Mundial, casi el 70 por ciento de las personas mayores de 65 años utiliza internet en forma diaria.
De una visión apocalíptica de la longevidad pasamos al optimismo demográfico: vivir más y mejor es una oportunidad, ya que alienta la creación de nuevos bienes y servicios en múltiples rubros, desde la salud hasta el ocio, la moda, el transporte e incluso el campo de la formación continua.
Diez sectores clave en la economía de las canas
Autor del libro “Silver Economy. Mayores de 65: el nuevo target”, el español Juan Carlos Alcaide identifica diez sectores como grandes oportunidades:
1. El sector tecnológico: las llamadas Age tech harán del envejecimiento una etapa más feliz y llena de comodidades. Se trata de tecnología basada en big data, que hace uso de Internet de las Cosas y de inteligencia artificial. La domótica será clave para mejorar la vida de las personas mayores en sus hogares, residencias o centros geriátricos.
2. El sector banca-seguros: surgirán nuevos productos financieros y se consolidarán otros ya existentes que permitirán reenfocar la gestión del patrimonio a más largo plazo tras la jubilación. Avanzamos hacia una vida laboralmente no activa de alrededor de 30 años. Vivir más tiempo implica planificar cómo envejecer.
3.El sector de la moda evolucionará hacia un público de personas mayores, que gasta mayor cantidad de dinero en compras que la juventud.
4.El sector beauty y el antiageing: muchas personas buscan revertir los signos externos del envejecimiento. La oferta de productos y servicios enfocada a este rubro triunfará. Ya hay marcas de cosmética que dirigen su publicidad y sus productos hacia los “sellennials”.
5.Los sectores retail, de distribución y de comercio electrónico, se orientarán cada vez más al público sénior con opciones híbridas entre presencial y venta online.
6.El sector manufacturero evolucionará en la fabricación de productos y de envases hacia modelos más usables y amigables para personas mayores.
7.El sector del turismo y el ocio ofrecerá envejecimiento activo. Las ofertas de productos y servicios centradas en dar vida a los años tendrán gran éxito. Toda oferta que implique socialización será más atractiva, sobre todo tras la actual pandemia de COVID-19.
8.El sector automotriz: la movilidad también se prepara para un público que ve alargadas en el tiempo sus capacidades pero que a la vez necesita de comodidades específicas. Algunas marcas ya han comenzado a fabricar vehículos adaptados al público sénior.
9.El sector de los cuidados gerontológicos vivirá una revolución. Las residencias geriátricas, los cuidados domiciliarios y la aparición de nuevos enfoques residenciales, como el sénior cohousing, auguran una gran transformación del sector.
10.El sector cultural: las personas mayores disponen de tiempo libre y les gusta aprovecharlo con actividades culturales y de ocio, que reflejen sus valores y estilo vital.
En conclusión, el futuro también está en la gente con pasado. Podemos, y debemos, convertir el reto de una sociedad que envejece en una gran oportunidad para crear empleo y crecimiento global, transformando modelos de negocio y la visión económica mundial.
Víctor Sarasqueta
Dr. en Ciencias Económicas y profesor posgrado UBA.