Octubre 2021

Columnas de opinión del Procurador General

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La alegría de otra gran convocatoria

Cuando apenas han transcurrido unos pocos días de la finalización del IX Congreso Internacional de Abogacía Pública, Local y Federal que una vez más hemos organizado desde nuestra Procuración General de la Ciudad de Buenos Aires, todavía resuena en nuestras mentes y corazones la alegre satisfacción por una nueva y exitosa realización de este evento.

Hemos dicho muchas veces tal vez lo mismo, pero es que en cada año que logramos renovar el gustoso compromiso de llevar adelante este encuentro, la concreción del mismo nos ratifica la convicción sobre sus bondades y nos desafía además a procurar superarnos en el futuro con mayor entusiasmo.

En esta ocasión contamos con más de 2.450 inscriptos provenientes de todas las provincias del país, casi todos ellos abogados de diversas jurisdicciones que se desempeñan en distintos ámbitos del sector público. El creciente carácter federal de la cita es una de sus aspectos más distintivos que aspiramos seguir profundizando.

Basta recorrer el programa para advertir también no sólo la diversa procedencia de los expositores sino su indiscutible calidad académica y la riqueza de la diversidad ideológica. En los tiempos que corren donde la grieta y los sectarismos parecen a veces predominar, el Congreso hace gala de rigor intelectual, pluralismo de pensamiento y un claro sentido federal y de apertura al mundo.

Poder sostener esta iniciativa a lo largo de ya nueve años, incluyendo estos dos últimos en plena pandemia, es para nosotros un legítimo orgullo. Bajo los mismos postulados, cada edición tiene su propia temática en función de las cuestiones de mayor interés y actualidad relacionadas con el derecho público. Fue por ello, y no por azar, que hace pocos días todas las reflexiones apuntaron a la situación del federalismo y de los derechos fundamentales en las situaciones de emergencia.

Desde nuestra querida Buenos Aires, que como bien decimos y sentimos es la ciudad de todos los argentinos, entendemos que estamos en una ventajosa situación para organizar este tipo de eventos recibiendo a quienes participan como conferencistas y asistentes, propiciando el encuentro y diálogo cercano entre todos. Deseamos que ello pueda reflejarse con creces el año próximo si podemos, en caso que la situación epidemiológica lo permita, volver a realizar la reunión de modo presencial.

Estamos firmemente convencidos y deseosos de poder seguir colaborando en la formación y capacitación de los abogados del sector público a lo largo y ancho del país, en una relación codo a codo con el Estado nacional y con todas las administraciones provinciales y municipales. Nuestro anhelo es poder seguir trabajando en forma mancomunada con todas las jurisdicciones y sus servicios jurídicos, compartiendo buenas prácticas de gestión, intercambiando información y llevando a cabo actividades de capacitación conjuntas, abiertas y participativas. Sabemos que todos estos esfuerzos redundan en un mejor ejercicio de nuestra tarea como abogados y, por ende, en la elevación de los estándares y criterios de legalidad e institucionalidad en las decisiones estatales y en los actos administrativos. Como nos lo recordaba recientemente en su intervención el estimado jurista español Jaime Rodríguez Arana Muñoz, es deseable que luego de la experiencia de la pandemia el derecho público pueda volverse más normalizado para hacer retroceder el autoritarismo y lograr erigirse, en definitiva, como el derecho del poder para la libertad solidaria de las personas.

Nos anima y reconforta seguir convocando a este ya tradicional encuentro que se ha convertido en la gran reunión de la abogacía pública argentina. Y dado que el bien es por naturaleza expansivo, nos alegra muy profundamente también comprobar que este tipo de citas puedan multiplicarse con las iniciativas ya existentes de otros organismos públicos, universidades e instituciones y de muchas otras que puedan también surgir en el futuro.

Los saludo con mi mayor cordialidad