Diciembre 2021

Columnas de opinión del Procurador General

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"El valor y la necesidad del reencuentro"

Estamos terminando un nuevo año que, como el anterior, está signado por la pandemia que tanto ha impactado en nuestras vidas. Lejos de parecer dominado, el virus se sigue propagando en nuevas variantes, y por estos días están creciendo los contagios entre nosotros y en muchas otras latitudes. Está claro también que las vacunas parecen estar evidenciando su efectividad dada la menor cantidad de muertes e internaciones.

Lo cierto es que no podemos bajar la guardia y debemos seguir adoptando los cuidados y prevenciones necesarias en nuestra vida de relación para disminuir los riesgos de nuevos contagios.

Hace ya algunos meses retomamos en todos los ámbitos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires la prestación de tareas en forma presencial, incluyendo nuestras labores como abogados, siempre en forma escalonada y progresiva, manteniendo también la modalidad de trabajo virtual que tan buenos resultados ha generado.

La semana pasada experimentamos además una grata y particular jornada ya que pudimos recrear, después de estos casi dos años de pandemia, la buena costumbre que habíamos adoptado en años anteriores en nuestra Procuración General de realizar un encuentro general abierto a todos los integrantes del organismo, tanto para referirnos a la marcha de la gestión como también para celebrar los festejos de fin de año o simplemente compartir un encuentro de camaradería. En esta ocasión la cita que nos congregó el pasado 15 de noviembre en el bello entorno de los jardines del Museo Fernández Blanco tuvo, si se quiere, un objetivo tan modesto como anhelado: volver a vernos todos cara a cara compartiendo un ágape presencial.

No son momentos para grandes celebraciones porque la pandemia nos sigue golpeando y acechando. Todos hemos sufrido golpes y participado también del dolor de los demás. En mi caso personal he atravesado un año particularmente duro por la pérdida de seres queridos. Pero felizmente los muchos asistentes a la reunión entendieron que más allá de los pesares, temores y hasta de algunas contrariedades, podía resultar muy valioso y significativo poder reencontrarnos luego de tanto tiempo. No nos equivocamos.

La mayor parte del encuentro la dedicamos a conversar y retomar el trato personal con muchos a quienes nos habíamos acostumbrado a vincularnos de manera remota. Esa sencilla y rica interacción que habíamos dejado de lado forzosamente nos hizo recuperar la felicidad que solo brinda esta clase de reencuentros. Por cierto aprovechamos la oportunidad para dirigir un breve mensaje reconociendo el esfuerzo y dedicación de todos los integrantes de la Casa en estos dos últimos años tan complicados; también para apenas mencionar algunos de los objetivos de gestión planteados para el año próximo, y de modo muy especial para reconocer el esfuerzo y compromiso de todos quienes colaboraron en tareas de servicio público durante la pandemia.

Como decíamos, no se trató de un encuentro como los muchos que realizamos en años anteriores. Estaba claro que no nos reuníamos para festejar sino para compartir un encuentro que nuestra propia condición humana nos exigía.

Como bien sabemos estamos transitando una nueva normalidad cuyos límites precisos todavía desconocemos. Entendemos que el trabajo virtual, al menos en una proporción significativa, ha llegado para quedarse. Pero seguiremos necesitando de la presencialidad, no tan solo para una mejor y más completa organización y ejecución de nuestras tareas profesionales y un más eficiente trabajo en equipo, sino además para encontrarnos y relacionarnos con las otras personas con quienes compartimos las labores. Somos seres sociales por naturaleza como ya lo apuntaba el realismo filosófico de los antiguos griegos. Hoy podemos agregar que esa sociabilidad exige, en no poca medida, de una cuota de relación personal real.

Finaliza este año excepcional y por ello quiero concluir estas líneas deseando a cada uno de ustedes tenga una muy feliz Navidad junto a sus seres queridos, y que todos podamos también disfrutar de un nuevo año con más salud y felicidad.

Los saludo con mi mayor cordialidad.

¡Felices Fiestas!